Las plantas, al
igual que las personas y los animales, son seres vivos porque nacen, crecen,
respiran, se alimentan, se reproducen y mueren.
Debido a la multitud de formas que
adoptan podemos clasificar las plantas siguiendo distintos criterios. Según el
tamaño del tallo encontramos arboles, arbustos y hierbas. Según su forma de
reproducirse tenemos plantas con flor o sin ella.
Las principales partes de una planta son
la raíz, el tallo y las hojas. Estas partes se encargan de la nutrición de la
planta, es decir, producen la fotosíntesis y absorben el agua. También hay
plantas que poseen, además: flores, frutos y semillas, que constituyen el
aparato reproductor.
La fotosíntesis es el proceso por el
cual los organismos con clorofila (sustancia de color verde que tienen las
hojas), como las plantas verdes, las algas y algunas bacterias, producen su
propio alimento. Palabras clave de este proceso son: savia bruta, dióxido de
carbono, savia elaborada y oxígeno.
Las
plantas son imprescindibles para la vida en la Tierra ya que generan el oxigeno
que respiramos, nos proporcionan alimentos y materias primas, así como evitan
que nuestros suelos se conviertan en desiertos
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